¿Te ha pasado que estás haciendo algo y, de pronto, sientes que no estás “ahí”?
Como si tu cuerpo caminara por un lado y tu cabeza por otro.
Eso tiene un nombre: desconexión propioceptiva.
Vivimos en una época donde pensar demasiado es casi una medalla, pero sentir el cuerpo sigue siendo territorio desconocido para muchas personas. Y sin cuerpo presente, no hay sanación posible.
¿Qué es la propiocepción?
Es la capacidad del cuerpo de percibirse a sí mismo en el espacio, y reconocer sus propios límites, peso, fuerza, ritmo y equilibrio.
Es la conciencia de que “estoy aquí”, algo que parece simple, pero que se pierde fácilmente cuando hay:
- Estrés crónico
- Trauma no resuelto
- Sobrecarga mental o emocional
- Desconexión emocional desde la infancia
Sin propiocepción, el cuerpo se vuelve ajeno, y vivir se convierte en una lucha.
Regular la propiocepción con un enfoque integrativo
Algunos signos comunes:
Caminas “en piloto automático” sin registrar por dónde vas.
Te tropiezas o golpeas seguido sin darte cuenta.
Te cuesta registrar señales internas (hambre, frío, tensión).
Hay ansiedad, inseguridad, baja autoestima o sensación de vacío.
No sientes placer, gozo o arraigo.
Regular la propiocepción con un enfoque integrativo
En AH Educación y Salud Emocional, la propiocepción no se trata solo desde lo físico, sino desde lo emocional, energético y espiritual. Estas son algunas herramientas que usamos:
Tameana
Activa la vibración interior, alineando cuerpo-mente-alma con geometría sagrada. Te devuelve al eje.
Terapia Floral Integrativa
Las esencias florales como Centaury, Clematis, Niño Santo y Manto del Cielo ayudan a habitar tu centro y poner límites desde el cuerpo.
Biomagnetismo
Equilibra el sistema nervioso, restablece el pH y disminuye la inflamación, facilitando la presencia en ti.
Aromaterapia
Aceites como patchuli, incienso, ylang y geranio ayudan a volver al cuerpo. Combinados con roll-on en muñecas, plexo y planta de los pies, anclan el sistema sensorial.
Meditaciones guiadas + Activación SAR + Propiocepción
Usamos la neuroplasticidad, la visualización y la vibración Solfeggio (528 Hz o 396 Hz) para programar presencia, seguridad y confianza en el cuerpo.
Niñez y propiocepción: sembrar raíz emocional
Práctica simple para volver a ti
Apoya tus pies descalzos en la tierra o el suelo.
Pon una mano en tu corazón y otra en tu abdomen.
Inhala profundo y al exhalar, di en voz alta:
“Estoy aquí. Estoy segura. Este cuerpo es mi hogar.”
Termina tocando tus brazos, piernas y rostro suavemente.
Un mensaje para tu alma
“Sentirte es el primer paso para sanarte. Cada vez que te habitas, el alma se queda.
Tu cuerpo no es una carga: es tu mapa de retorno.”
¿Quieres profundizar en tu reconexión?
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